ADAS son las siglas en inglés de Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor. Estos son un conjunto de tecnologías desarrolladas para mejorar la seguridad y la eficiencia en la carretera, facilitando asistencia al conductor en situaciones de manejo comunes. Pero ¿cuáles son estos sistemas y en qué afecta a los talleres?
La tecnología avanza muy rápidamente y por tanto los sistemas de seguridad de nuestros vehículos lo hacen a la par. Desde julio de 2022, todos los automóviles de nueva homologación tienen la obligación de incluir hasta 8 de estos sistemas de ayuda a la conducción.
La seguridad al volante es muy importante, y es por ello que la UE y la DGT aúnan esfuerzos para reducir las víctimas mortales que ocurren cada año. Las cifras nos dicen que, si todos los vehículos tuvieran al menos 8 de estos sistemas de seguridad instalados, podrían evitarse hasta el 40% de los accidentes de tráfico y hasta un 29% las muertes en carretera. Estos son los motivos de más peso por los que la presencia de los ADAS se ha convertido en imperativa en los vehículos de nuevo lanzamiento. Es aquí donde la intervención de los talleres se convierte en algo crucial, pues la puesta a punto y recalibración de estos sistemas, abre la puerta a nuevos nichos de negocio, ya que su reparación o la instalación de un nuevo dispositivo demanda el trabajo de profesionales de la reparación.
¿Qué tipos de ADAS existen?
Estos sistemas ADAS utilizan sensores, cámaras y tecnología de procesamiento de imágenes para brindar información al conductor y ayudar en la toma de decisiones de manejo. Algunos ejemplos de sistemas ADAS incluyen:
1. Control de crucero adaptativo: mantiene la velocidad del vehículo y la distancia de seguimiento detrás de otros vehículos.
2. Asistencia de mantenimiento de carril: alerta al conductor cuando el vehículo se desvía accidentalmente del carril.
3. Sistema de frenado automático: detecta obstáculos y frena automáticamente para evitar un choque.
4. Cámara trasera: proporciona una visión trasera ampliada para facilitar maniobras de aparcamiento y marcha atrás.
5. Sistema de alerta de colisión frontal: alerta al conductor de un posible choque y puede activar automáticamente los frenos para reducir la gravedad del impacto.
Sistemas ADAS. La evolución de los talleres de chapa y pintura.
Una mala recalibración de los ADAS puede producir problemas graves que ponen en riesgo nuestra seguridad. Si nuestro vehículo no es capaz de hacer un reconocimiento correcto de su entorno, puede provocar un alto riesgo para la seguridad de los conductores y otros usuarios de la vía.
En esta idea pone el foco PPG que nos ilustra sobre como los talleres profesionales deben incidir en ciertos procedimientos de calibración y mantenimiento establecidos por los mismos fabricantes.
Perdidas en la transmisión de RADAR y color
Los fabricantes de vehículos de todo el mundo están incorporando cada vez más sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) en sus productos, incluidos RADAR, ultrasonidos, cámaras y LiDAR.
Los diversos ADAS proporcionan control de crucero adaptativo/con detección del tráfico, asistencia de estacionamiento, advertencia/corrección de salida de carril, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de colisión trasera, advertencia de tráfico cruzado, frenado de emergencia y prevención de colisiones
Por lo general encontramos los ADAS bajo la superficie pintada, lo que puede provocar el riesgo de sufrir interferencias entre estos sistemas y los recubrimientos.
Las señales de RADAR atraviesan el parachoques y los recubrimientos cuando se emiten al medio ambiente y las señales reflejadas vuelven a atravesar estos elementos para su recepción por los equipos de RADAR.
En algunos casos, puede haber pérdidas en la transmisión de las señales de RADAR cuando atraviesan los paneles pintados. Si la pérdida en la transmisión supera un cierto umbral definido por el fabricante del vehículo, puede afectar al rendimiento del RADAR y este podría no funcionar según lo previsto.
El color por lo general no afecta a la transmisión de RADAR, y la perdida de transmisión y recepción ocurre principalmente debido al uso de pinturas metálicas a causa de los pigmentos con partículas de aluminio. Según PPG, alrededor del 25% de los vehículos están pintados con estos acabados metalizados.
¿Qué colores son aptos para los ADAS?
En el caso de los colores que pueden provocar una pérdida de la transmisión de estas señales, PPG ha desarrollado una fórmula de color alternativa con la tecnología “apto para RADAR”, que permiten la transmisión de estas señales minimizando al máximo la perdida. Al utilizar PAINTMANAGER XI junto al código de color del vehículo, los resultados nos arrojarán fórmulas de color aptas para RADAR (AQU+ BCM RADAR será la nomenclatura que nos indique que es apto para radar). Aparte, podremos encontrar estas pinturas en la línea de color premium, Aqua Base Plus de Nexa Autocolor. Para conseguir estas fórmulas, PPG reemplaza algunos o todos los tintes de aluminio con tintes alternativos existentes.
Es cierto que pueden existir diferencias mínimas de tono entre la formula predefinida y la formula apta para radar, ya que en la primera se prioriza la precisión del color mientras que en la segunda se le da más importancia a la mínima perdida de transmisión de RADAR (Se recomienda en primer término pulverizar un panel de prueba para comprobar el color). Si la zona dañada del vehículo a repintar no incluye el parachoques, no será necesario aplicar la fórmula de color apta para RADAR.
“No es una revolución, tan solo es la evolución lógica”
Los talleres han de equiparse y adaptarse para calibrar estos sistemas, si no, se quedarán sin su parte del pastel. Estos nuevos sistemas ADAS, sin duda contribuirán a que nuestra conducción se vuelva mucho más segura, pero es importante tener en cuenta que estos sistemas no reemplazan la atención y la responsabilidad del conductor. Aun llevando instalado este sistema, nunca debemos dejar de respetar las normas de seguridad pues al fin y al cabo los ADAS son tan solo sistemas que nos ayudan en la conducción, pero no consiguen aun que el vehículo circule de forma autónoma.