La fachada de un edificio actúa de forma similar a la «piel» para las personas, protegiendo al edificio de los agentes externos y ayudando a regular la temperatura del interior de la vivienda. En Comercial Ríos te contamos los principales problemas y daños que pueden darse de forma más habitual en tu fachada para que puedas identificarlos tú mismo. Además, te hablaremos sobre los niveles de riesgo, cómo escoger la mejor pintura para tu fachada y cuándo debes de consultar con un especialista para que evalúe los daños y los repare.

En la mayoría de las ocasiones las lesiones que se producen en la fachada son visibles para cualquier persona, sin embargo, a menudo los habitantes de la vivienda se acostumbran a ver este tipo de problemas sin darle demasiada importancia (pequeñas grietas, humedades, etc.). Ante estas circunstancias es muy importante saber que un pequeño desperfecto puede convertirse en un problema grave, y mucho más costoso de solucionar si no se repara a tiempo.

El proyecto de acondicionamiento y rehabilitación de fachadas es uno de los trabajos más técnicos al que se enfrenta cualquier propietario de un bien inmueble. Por tanto antes de iniciar los trabajos, debemos conocer la mayor cantidad de datos posibles de la fachada con la que vamos a trabajar. La exigencia de este tipo de proyectos condiciona el planteamiento que debemos tener ante una obra de estas características, y para asegurar un correcto resultado final debemos además unir la parte estética del proyecto (acabado y color).

Hay que tener en cuenta que la exposición continua a factores externos como los rayos solares, la lluvia, el viento, la polución u otras causas, (como deficiencias en la construcción) provocan daños en la fachada que deben ser reparados lo antes posible.

Un buen diagnóstico nos indicará los materiales y el sistema de trabajo que debemos utilizar, ahorrando tiempo y dinero. Además, el revestimiento elegido y aplicado debe cumplir el objetivo de proteger y decorar la fachada al mismo tiempo y debe ser resistente a los efectos de los agentes externos de forma que su protección y color perduren.

¿Qué factores afectan a la vida útil de nuestra fachada?

Una fachada puede verse deteriorada por distintos factores:

  • Factores ambientales: Lluvia, sol y viento.
  • Factores de ubicación: Zonas industriales, marinas, de alta contaminación…
  • Factores estructurales: La mayoría de los materiales de construcción de fachadas contienen sales y óxidos, compuestos que a la larga agreden a la fachada.

Niveles de riesgo según las patologías de la fachada.

Existen 3 niveles o grados de riesgo a la hora de clasificar los daños presentes en una fachada.

  • Primer grado: Se trata de daños estéticos que no suponen ningún peligro para los habitantes del edificio y que se pueden solventar fácilmente con un trabajo de mantenimiento.
  • Segundo grado: Se aplica cuando los daños afectan a la funcionalidad y salubridad del edificio, aunque no afectan a la estabilidad de la estructura del mismo. En estos casos se deben realizar labores de reparación y rehabilitación de la fachada.
  • Tercer grado: Se da cuando los daños afectan a la estructura del edificio y ponen en riesgo la estabilidad del mismo. En este caso existe un peligro inminente para las personas que habitan el edificio y se debe realizar una rehabilitación urgente del edificio.

Sea cual sea la superficie a pintar, es imprescindible estudiar a fondo su problemática y elegir cuidadosamente el tipo de capa primaria (imprimación) más adecuada a cada caso, no debemos olvidar que debe resistir el ataque de gran número de agentes destructivos, que además actuarán “desde dentro”, debido al tipo de sustrato, y “desde fuera”, según las condiciones climáticas y de agresividad ambiental que puedan presentarse.

Los morteros minerales (yeso, cemento, cal, etc.…), son generalmente soportes conflictivos, ya que pueden ser demasiado porosos, muy poco, o con porosidad muy variable de unas zonas a otras.

Generalmente presentan una humedad considerable, a veces excesiva, lo que puede influir negativamente en el resultado del proceso de pintado. También puede estar presente cierta agresividad química, debido a los compuestos alcalinos que intervienen en los morteros.

Las fachadas pueden tener problemas procedentes de patologías físicas, mecánicas o químicas, cuyo saneado previo es imprescindible para un correcto fijado y aplicación con garantías de la capa final de pintura.

Problemas más comunes en fachadas.


SUCIEDAD EN LA FACHADA

Procedente del polvo, contaminación atmosférica especialmente en las ciudades, y otros factores como zonas de bajada de agua desde los tejados o las cubiertas. Estas manchas, aunque no suponen un daño en sí para la estructura del edificio, son un problema estético y poco deseable. Requieren de una limpieza previa mediante cepillado. En algunos casos se necesita agua a presión o chorros de arena.

MOHO Y VERDÍN EN LA FACHADA

El moho, los hongos, líquenes y algas aparecen sobre la fachada cuando hay algún problema de humedad. Las condiciones meteorológicas y la orientación de la fachada a norte u oeste, propician la formación de estos parásitos. Estos microorganismos enverdecen o generan manchas negras en las fachadas y van degradando el revestimiento de la fachada, por ello es importante eliminarlos por completo, lavar la superficie con limpiadores específicos y aplicar pintura altamente impermeable.

GRIETAS Y FISURAS EN LA FACHADA

Las grietas afectan a la estructura del edificio, suelen ser el síntoma de una deficiencia en la construcción o de un movimiento sísmico. Cuando aparecen grietas en la vivienda es necesario consultar con técnicos especialistas, pues pueden derivar en un problema grave de seguridad en el edificio. Las fisuras sin embargo, se producen en la parte más superficial, afectando únicamente al revestimiento, en este caso el tratamiento de pintura a aplicar será siempre con un material elástico que permita movimiento.

EFLORESCENCIAS

Ante estas pequeñas manchas blancas, si son producidas por la humedad habrá que eliminar el foco que las genera, y si son fruto de una mala reparación, requerirá trabajos de mampostería. Además, será necesario eliminarlas con un cepillo antes de pintar.

DESGASTE POR ENVEJECIMIENTO DE LA PINTURA

La pintura exterior al estar expuesta a las condiciones climáticas y con el paso del tiempo se desgasta. Dependiendo del tipo de pintura y su composición, el desgaste es diferente. Dándose casos en los que la pintura al dilatarse se fragmenta formando pequeñas grietas, en otras ocasiones la pintura va perdiendo espesor poco a poco por la erosión.

Una forma de desgaste muy común es el denominado «caleo», éste se produce Cuando el sol degrada el ligante de la pintura, los pigmentos quedan sueltos, de tal forma que al rozar la pared con la mano, por ejemplo, estos restos de pigmentos quedan adheridos a la piel (de forma similar a lo que ocurre cuando tocas una tiza). Esta situación requiere limpieza, imprimación y utilización de pinturas de alto contenido en resinas acrílicas.

DECOLORACIÓN

Se produce una degradación de pigmentos por los rayos ultravioletas, siendo la solución el repintado con pigmentos orgánicos más estables a dichos rayos.

CARBONATACIÓN

Es un proceso lento e invisible hasta que se convierte en un daño serio de la estructura, que queda desprotegida y requiere una compleja reparación de picado del hormigón dañado por el descenso de PH protector de la armadura de acero frente a la corrosión.

EFECTO CARACOL EN LA FACHADA

Son surcos de diferente brillo que se producen cuando llueve poco con la fachada recién pintada. No se debe a una mala calidad de la pintura. Para mitigar su efecto habría que hacer un lavado abundante con agua.

HUMEDADES Y FILTRACION POR CAPILARIDAD

Las humedades por filtración se producen por presencia de grietas o por la utilización de materiales de mala calidad en cubiertas, azoteas, fachadas, etc. Allí donde hay una grieta o el material no tiene una buena impermeabilidad, el agua de la lluvia se puede filtrar provocando humedades que pueden afectar tanto al interior como al exterior de la vivienda, en cuyo caso requiere la correcta impermeabilización del edificio

DESCONCHONES EN NUESTRA FACHADA (pérdida del revestimiento).

Se trata de fragmentos de revestimiento que se desprenden de la fachada. Normalmente se deben a causa de huecos o grietas en el revestimiento que junto con los cambios de temperatura y el agua de lluvia, producen el deterioro del material, que pierde adherencia y finalmente se desprende.

En este tipo de casos, los especialistas deben evaluar los daños para determinar si es necesario eliminar por completo el revestimiento antes de aplicar uno nuevo o, si por el contrario, se pueden reparar los huecos sin necesidad de eliminar todo el revestimiento de alrededor.

¿Cómo actúo ante estos problemas en mi fachada?

Dependiendo de las patologías que nos encontremos en la fachada y de su gravedad, aplicaremos unas soluciones u otras. Solo con un correcto conocimiento del origen de los defectos, es posible eliminar las causas y solucionar los daños producidos en las fachadas.

Si se lleva a cabo un correcto mantenimiento del edificio y se actúa rápido ante la aparición de los primeros síntomas, las reparaciones a efectuar suelen ser sencillas y poco costosas. Para mantener en buen estado nuestra fachada, en la mayoría de los casos, basta con realizar labores de hidrolimpieza con agua a presión y pintar con productos de buena calidad cada 4 o 5 años o hasta 15 años más si utilizamos productos adecuados para ello. Recuerda que gastar un poco mas en materiales que nos garantizan hasta 15 años ante posibles deficiencias nos hará ahorrar a la larga 2 o 3 ciclos de pintado de nuestra vivienda, además de la protección, confort, estética y ahorro energético que nos proporcionará este tipo de materiales.

Entonces… ¿Cuál es la mejor pintura en 2024 para mi fachada?

En cualquier trabajo de pintura, el primer factor a considerar es el tipo de superficie a proteger, el cual condicionará la selección del tipo de producto a aplicar. El producto seleccionado debe cumplir una función protectora y decorativa, pero además debe de cumplir con una serie de requisitos legales y técnicos en materia de seguridad que garantizan la calidad del en los estados miembros de la Unión Europea. El marcado CE contiene información fundamental que ayuda a comprobar y comparar las prestaciones entre productos de las mismas características técnicas.

La Norma UNE-EN 1504-2 específica los requisitos para la identificación, las prestaciones y evaluación de conformidad para los productos y sistemas que se deben utilizar para la protección superficial del hormigón, con el fin de aumentar la durabilidad del hormigón y de las estructuras de hormigón armado.

Los revestimientos de tkrom han sido evaluados para cumplir con los requisitos de la Norma UNE-EN 1504-2 y marcado CE.

En muchas ocasiones pasamos por alto los desperfectos de nuestra fachada sin pensar en que una reparación a tiempo puede evitar problemas mayores. Además, siempre será mucho más económico una reparación puntual que una rehabilitación profunda.

Nosotros te ayudaremos en la fase de diagnóstico y en la elección del sistema a aplicar, a través de un completo sistema de prescripción técnica 100% gratuito; para que dispongas de toda la información necesaria antes de dar el siguiente paso.

Toda prescripción realizada por nuestro equipo técnico conlleva un estudio exhaustivo que incluye:

1.FASE DIAGNÓSTICO

En esta primera fase de prescripción incluimos información descriptiva y de reconocimiento como:

  • Descripción de la obra.
  • Naturaleza del soporte.
  • Estado actual de los parámetros.

2.FASE ASESORAMIENTO

Esta segunda fase de la prescripción engloba:

  • La recomendación de reglas profesionales.
  • Los trabajos preparatorios como obras anexas (si fuera el caso).
  • La entrega de documentación técnica, como fichas y certificados.

3.FASE ELECCION DE PRODUCTO. UNA SOLUCIÓN PARA CADA PROBLEMA.

La dejadez y el abandono de los edificios es un riesgo no solo para sus habitantes, sino para las personas que puedan circular alrededor del mismo a causa de desprendimientos de materiales y otros accidentes. Pensemos siempre en el resultado más responsable cuando tengamos que tomar la decisión de renovar la piel de nuestra casa o edificio.

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